¿Quiénes somos?

El pobre ser humano, ser para la muerte, es, no obstante, un peregrino del Absoluto. Para el Absoluto fuimos hechos, de pasta divida elaborados, y eso no pudo sino venir del Absoluto mismo creador, hacia el que, cuando nacemos, iniciamos nuestro viaje de retorno.

Abelardo Pithod

«Dios y el hombre moderno»

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No tiene nuestra alma en esta vida más que una sola ocupación: buscar.

Desde el recién nacido, que a ciegas y con lágrimas busca el pecho de su madre, hasta el más fuerte y poderoso de los hombres pasando por los grados intermedios, todos, todos no hacemos otra cosa por la tierra que buscar… salud, dinero, crecimiento, honores, descanso, trabajo, alturas, llanuras, cielo, tierra, fango…

Y dentro de esa universal y única ocupación de los hombres (…) no hay más que dos términos: Dios y yo.

Ésos son en verdad los lemas de los dos únicos partidos: el de los que por buscar la gloria de Dios están dispuestos a olvidarse de ellos mismos y el de los que por buscarse su placer y su utilidad están dispuestos a abandonar y a despreciar a Dios.

Dos opciones nos quedan entonces: ser turista de la duda o Peregrino de lo Absoluto.